miércoles, 30 de mayo de 2012

pelucas mil



Nunca entenderé a la gente que no disfruta disfrazándose como no entiendo a la gente a la que no le gusta el queso.
Hacer una fiesta de pelucas no puede salir mal. El único problema es decidirse si tienes muchas y todas te quedan como un guante o quedas irreconocible, ¡qué más da!
Este post va dedicado a una gran amiga que se reencarnará en camaleón. Una persona fantástica, divertida, y atrevida, que carece de sentido del ridículo y es imprescindible en cualquier fiesta.
Pero además se complementa con nobleza, sabiduría y genialidad, lo cual la hace imprescindible para todos los que la conocemos.

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1 comentario:

  1. yo adoro ambas cosas , disfrazarme y el queso..
    Un saludo de limon y te invito a seguirme para que nos podamos aperfumar...:)

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